Cerrar las puertas



El arte de la oración, nuestra conversación con Dios, es una cualidad que se debe aprender si anhelamos tener una vida de intimidad de relación con El. Nuestra conversación espiritual con Dios es por medio del "teléfono" de la oración.

Para orar con efectividad debemos conocer cuáles son los impedimentos que se presentan cuando oramos.

En Mateo 6:6, Jesús nos enseña que, al orar, debemos cerrar la puerta de nuestro aposento. Más allá de dar la idea de orar privadamente, también podemos agregar que debemos cerrar las puertas a la incredulidad, al temor, a la mentira, a la burla, a la duda y a toda clase de interferencia que el diablo envía sobre nosotros cuando estamos orando.

Si el enemigo no puede impedir que comencemos a orar, tratará por todos los medios de estorbarnos cuando estemos orando. Conociendo esto, debemos estar orando siempre alertas y cerrando las puertas.

Al orar, debemos proteger nuestra intimidad con Dios, para que esta sea fructífera y provechosa.

Mateo 6:6
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

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