Haremos o Intentemos

Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar, Quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante
Sigmund Freud
Comencemos los “haremos” y hagamos a un lado los “intentemos”. Despertemos a la realidad o durmamos con mentiras memorizadas de cómo vivimos verdaderamente vivos.
¡Por favor, despertémonos!
Sólo despertemos y veamos… con un hábil ojo entrenado para ver más allá del horizonte lo que realmente fuimos creados para ser.
No más sueños de batallas sin cuartel por dentro. Cuando nos levantamos, la verdad y el conocimiento comenzarán. Sutilmente y sin embargo, de manera absoluta, estos cambios nos infundirán vigor frente a la oscuridad que se nos había pegado. Nuestra realidad se disipará dejando un conocimiento y lecciones de un maestro desconocido.
¡La respuesta está aquí! Es una verdad tan evidente. Hagamos a un lado los “intentemos” y comencemos con los “haremos”.
Despiértate, tú que duermes, Y  levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. Efesios 5:11-17
Todo los puedo en Cristo que nos fortaleces
Filipenses 4:13.

Antes de Trabajar!

Un cirujano de un gran hospital de la ciudad tenía la costumbre de solicitar unos minutos a solas antes de llevar a cabo una operación.
Tenía una extraordinaria reputación como cirujano y uno de los jóvenes médicos que trabajaba con él se preguntaba si tal vez existiese relación entre es hábito y él éxito de aquel hombre.
Entonces se lo preguntó directamente, y el profesional le respondió:
- Sí, existe una relación.  Antes de cada operación le pido al Médico Supremo que esté conmigo y que guíe mis manos mientras trabajo.  Hubo ocasiones en que no tenía idea de cómo continuar la cirugía y luego recibí el poder para continuar.  era un poder que reconozco que provenía de Dios. Jamás se me ocurriría operar sin solicitar su divina ayuda.
Sus palabras se divulgaron por todo el hospital con rapidez, y luego por todo el país.  Cierto día, un hombre llevó a su hija al hospital e insistía en que la operara el médico que trabajaba con Dios.
Uno de los mejores elementos que una persona puede agregar a su trabajo, sea cual fuere la esfera en la que se desempeñe, es la oración.
¿Qué lo motiva a hacer su trabajo? ¿Qué lo impulsa a dar lo mejor?
Dedique unos momentos a cubrir su trabajo con oración. Descubrirá que es un tiempo empleado porque Él lo ayudará a lograr mucho más.
Lo que realmente importa no es la cantidad de horas que dedica,
sino cuánto se dedica en esas horas.
Efesios 5:15-16
Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como
insensatos, sino como sabios, aprovechando bien
el tiempo, porque los días son malos.