El Espíritu se Mueve en la Faz de las Aguas


En el principio creo Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Génesis 1:1-2
oy damos gracias al Señor por todas sus bondades, con el optimismo y la fe que vienen de El estaremos enfrentando cada una de las circunstancias de nuestro diario vivir. El creador de todo lo que nuestros ojos ven, es el mismo creador de este día y sabemos que todo lo que Dios hace es bueno en gran manera.
Cuales situaciones se presentaran hoy en nuestro camino, el verso 2 dice que “la tierra estaba desordenada, vacía y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo” pero también dice que estaba en el mismo escenario el Espíritu de Dios en la faz de las aguas”, había dos situaciones diferentes y contrapuestas, desorden, vacío y tinieblas, así como abismo; pero también estaba el espíritu de Dios, movimiento y faz de las aguas.
Yo creo que quizá hoy enfrentaremos las mismas circunstancias; quizá hoy veremos desorden, vacío, abismo, tinieblas, en la calle, en la ciudad, en el trabajo, la oficina, o aun en nuestro hogar, pero también veremos la obra del espíritu de Dios, movimiento, señal de vida y agua, señal de frescura y reposo; sobre cual de los dos escenarios fijaremos nuestros ojos?
Somos muy propensos a mirar de primer plano las tinieblas, el vacío y el desorden y eso abre ante nosotros la faz del abismo. Pero, porque mirar el abismo? Si nosotros no hemos sido hechos para el abismo, hemos sido hechos para el orden, la luz y la llenura, la plenitud de luz que nos envuelve.
Mientras miramos el abismo, no podemos mirar las aguas, nuestra mirada no ha sido hecha para contemplar dos mundos, solo uno, si miras a Dios, no podrás mirar al enemigo, si miras al enemigo, no podrás mirar a Dios, si miras el abismo no podrás mirar las aguas, pero si miras las aguas, no podrás mirar el abismo… Que miraras hoy?
Cuando miramos las aguas entonces veremos al espíritu de Dios y el verso dice que el espíritu de Dios se movía, y el movimiento es señal de vida, donde hay vida hay movimiento, y donde hay movimiento allí opera el Espíritu de Dios; no el espíritu de muerte.
Oh Padre, Gracias por permitirnos ver la obra de tu Espíritu y la faz de las aguas, a pesar del desorden, el vacío, las tinieblas y el abismo, que aveces quieren quitarnos la perspectiva de victoria y paz. Hoy queremos vivir en la faz de las aguas.

“El peor fracaso es la pérdida del entusiasmo.”


“El peor fracaso es la pérdida del entusiasmo.”
Uno de los enemigos del éxito es la falta de entusiasmo, y habitualmente las personas pierden el entusiasmo cuando caen en la rutina. Se dice que una rutina es una costumbre arraigada o un hábito adquirido por mera práctica que permite hacer las cosas sin que yo pueda razonarlas, algunos la llaman hacer las cosas de forma automática.
No quiero decir que las rutinas son malas o que sean buenas, todo dependerá de la mirada y el entorno donde te desenvuelvas. Lo que sucede muchas veces es que cuando entras en rutina pierdes el entusiasmo y no disfrutas la vida, y al no disfrutar la vida no alcanzas tus objetivos, tus metas, tus sueños.
Me han escrito personas, como también he hablado con otras que me dicen que sus vidas, sus matrimonios o sus trabajos han caído en la rutina y están viviendo sin entusiasmo. ¿Eres tu de esas personas que dicen estar cansadas, aburridas, desilusionadas, fastidiadas?
Hay quienes piensan y estoy de acuerdo, que para romper con la rutina hay que despertar la pasión. Sin pasión o entusiasmo no podremos lograr nada grande ni extraordinario en nuestras vidas. En cada una de las personas hay un toque de grandeza que no puede ser activada hasta que activemos la pasión, hasta que generemos entusiasmo en las cosas que hacemos.
Un entusiasmo genuino es capaz de transformar las crisis en oportunidades. Te lleva a hacer lo imposible, a esforzarte más por lo que quieres. Te da inspiración para tu matrimonio o tu trabajo. Una persona entusiasta puede superar todos los obstáculos o circunstancias que se le presentan en el camino. El entusiasta es como ese poeta que vive en la poesía.
El entusiasmo te guía hacia el cumplimiento de tus sueños. La falta de entusiasmo te estanca en la vida.
Tú puedes revivir la pasión o entusiasmo respondiendo a las preguntas: ¿Qué es lo que te gusta hacer? ¿Qué quieres hacer en tu tiempo libre? ¿Qué harías si supieras que no vas a fracasar? ¿Cómo puedes hacer tu matrimonio apasionado? ¿Cómo puedes hacer de tu trabajo un lugar divertido? Si puedes responderlas te vas a encontrar con la pasión. No tengas miedo de responderte y ponte en acción. La vida es un viaje para disfrutar.
Jeremías es un profeta que se encontró con muchas circunstancias en su vida, tuvo sus dudas y sus temores. Sin embargo conocía su identidad y su misión la cual llenaba de entusiasmo de la siguiente manera: “Al encontrarme con tus palabras, yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo llevo tu nombre, Señor, Dios Todopoderoso.” (Jeremías 15:16)
Hay pasos que necesitas dar para entusiasmarte:
Deja atrás la resignación y la negatividad. Transforma tus pensamientos “chatarra” en pensamientos de gozo. Llénate de la Palabra de Dios, prueba que Dios es bueno.
Desarrolla una buena imagen de ti mismo. Si te amas a ti puedes amar a los demás.
Planifica donde quieres llegar y donde quieres estar.
Enfócate en tus sueños y actúa.
Busca una estructura de apoyo. Alguien dijo: “Quien se junta con águilas vuela alto”.
Nunca te rindas. Dios premia la constancia.
Hoy es el mejor día para comenzar a disfrutar la vida, para llenarte de entusiasmo y contagiar al mundo con el gozo que Dios ha puesto en tu corazón. Tú puedes alcanzar tus sueños.