Jesus Quiere hablar contigo

Querido amigo o amiga:

Soy Jesús de Nazaret. Estoy siempre contigo, lo mismo que el sol: Aun en una noche oscura está contigo, porque si no estuviera, tu hogar estaría más helado que el Polo Norte.
Como amigo, deseo ayudarte. Dime algo acerca de ese problema que te preocupa… si, Yo ya lo se, pero si me lo cuentas quiere decir que tienes fe en Mi, y la fe es la mejor base para que pueda ayudarte… además, contándolo muestras que tu también eres mi amigo. Los amigos siempre hablan de sus cosas.

Cuéntame con detalles ese problema en el hogar, en el trabajo, con tus amigos, con tus enemigos… tómate unos minutos, acompáñame…

Yo se que no me ves, como tampoco ves las ondas de la radio y televisión, pero ahí están. Basta que pongas un aparato de radio o televisión, y oirás y verás sus mensajes… pues el mejor aparato para conectar conmigo, con tu amigo Jesús, es la Oración.

Quiero ayudarte y gozarme contigo, ¡de verdad que quiero!… dime acerca de ese dolor, o de ese gozo… de esa enfermedad, del fracaso, del desaire que te han hecho, del problema que tienes de dinero, de soledad, de dudas… cuéntame tus sueños, ilusiones, desencantos… tómate unos minuticos…

… Y al final, quizás todavía no me vas a ver ni oír… pero, ¡alerta!, después de orar, ¡vas a ver los efectos!, como en la radio o televisión… Dios no suele amar de palabra, sino de obra: Dándote cosas, tus ojos, tu corazón, el aire, el sol, tus familiares, amigos… cuidando tanto de ti, que hasta los cabellos de tu cabeza están bien contados (Mat.10:30).

… Así es que, al final de tu oración, no te olvides de dar gracias a Dios, ¡y estate bien atento!, porque tus peticiones van a tener sus efectos…

Yo, Jesús, siempre contesto con un gran SI en las tormentas de tu vida. Y lo hago de una de estas dos formas: O calmo la tormenta, el dolor físico o del corazón, o te calmo a ti, de modo que vas a pasar la tormenta con paz y hasta con gozo y amor… quizás hasta puede ser que tus tormentos te ayuden a ir al Cielo…

Pídeme también algo para tus familiares y amigos… cuando haces eso, no solo crees en Mi, sino también en Mi Iglesia, ¡y eso me hace muy feliz!… y ahí me hago presente como el sol en un día de primavera (Mt.18:19-20)

Yo deseo ayudarlos, ¡de verdad que lo deseo!… pero ellos te necesitan a ti… me necesitan a Mi, a Jesús, pero también a ti, a tus oraciones por ellos…

… Así es que cuéntame las ilusiones o problemas de tu esposa o esposo, de tus hijos o padres, de tus amigos, de tus compañeros de trabajo, de tu ciudad, de la nación, del mundo… ¡cuéntamelo todo!…

… ¡Y recuerda!… no te olvides al final de dar muchas gracias a Dios, porque la Oración es maravillosa, es el hilo fino que mueve la mano de Dios… y después de tu Oración, muchas cosas van a cambiar, ¡pon atención a los resultados!.

Hay Esperanza para ti

Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y ahi en Jerusalén había un estanque llamado Betesda que tenía cinco puertas.  En éstos yacía una multitud de enfermos. Habían ciegos, cojos y paralíticos.  Y estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado allí y supo que ya llevaba mucho tiempo en aquella condición se acerco a él y le dijo: Levántate, toma tu camilla y anda. Y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar. ( Juan 5:1-9)

Amigo, cuando leo esta historia pienso en cuantos de nosotros estamos estancados en las crisis de nuestra vida; heridos por problemas que no podemos resolver y olvidados por aquellos que no saben que más hacer. Tal vez, como el hombre, estamos recostados de una pared o tirados en el suelo de la desesperanza tratando de hallar una respuesta y una solución a nuestro problema.  Cuando las crisis llegan a nuestra vida pensamos que será temporero y que pronto volveremos a la normalidad, pero no siempre es así.

Los problemas nos enferman, nos paralizan y aun nos pueden hasta dejar ciegos.  La frustración nos puede quitar la capacidad de tomar de decisiones y por ello nos sentimos hundir cada vez.  No solo nos hundimos nosotros sino también los que están cerca de nosotros.  La historia nos dice que Jesús vio al hombre y se intereso en él.  Jesús mismo preguntó a otros cual era la condición del paralítico y por eso supo que yacía allí por mucho tiempo.  Jesús fue a su encuentro. El se preocupo por el hombre. Jesús también se preocupa por nosotros. El nos ve y nos busca.  ¡Eso es maravilloso!   Él ve nuestras lágrimas y entiende nuestra desesperación. 


Cada día Jesús nos pregunta – ¿Quieres la solución a tu problema?  ¿Que nos detiene para responder a esta pregunta?. ¿Será temor?, ¿Será autosuficiencia y orgullo?   o ¿Será que no conocemos a Jesús y lo que él puede hacer en nosotros y por nosotros?

- “Levántate!, recoge tu Camilla y anda”- eso fue lo que Jesús le dijo al paralítico.  Levántate tú también.  Recoge tus desafíos, problemas, tristezas y desilusiones y anda al encuentro con Jesús.  Conócelo a través de la Biblia. Habla con Él a través de la oración.  Vive con gozo al saber que él te ama y salva.  Comparte con otros las bendiciones que has recibido de él aun en los momentos más difíciles.  Pero sobre todo, espéralo con ansias pues muy pronto Él vendrá como lo prometió y podrás abrazarle y vivir con Él por la eternidad.

Amigo, la esperanza es Jesús.  El hombre paralítico quedo sano al instante con solo levantarse y dar un paso.  ¿Lo harás tú también?  Tu problema quizás no tenga una solución instantánea pero la presencia de Jesús en tu vida hará que la actitud hacia tu problema sea diferente.   Caminarás en Esperanza porque Jesús caminara contigo.  Juntos travesaran el problema tomados de la mano y eso traerá paz a tu vida. 

Te invito a que llame a Jesús atravez siguiente oración: Señor Jesús, hoy quiero levantarme e ir a tu encuentro.  Solo Tú eres mi esperanza; solo Tú puedes sostenerme. Hoy quiero acercarme a Ti y entregarte todos mis problemas   teniendo la certeza de que caminaras conmigo.


Te invitamos a buscar de Jesus y de sus amor escribenos etaremos orando por ti 

A pesar de mi dolor, Dios está conmigo

¿Por qué pasan tragedias?
No entendemos todas las cosas. Hay muchas cosas en la vida que no entendemos, pero esto nos lleva a confiar más en Dios. Jesús dijo, Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) Simplemente hay cosas en la vida que nunca entenderemos el porqué, pero esto no debe de llevarnos a desconfiar en Dios.
A pesar de la enfermedad, nunca dejare de creer que Jesús sufrió en su cuerpo nuestra enfermedad, y que por su llaga ya somos curados. Cuando no es curado alguien, seguiré creyendo a pesar de todo. Esta situación solamente nos lleva a confiar en un Dios que es bueno a pesar de que no entendemos el porqué. Los jóvenes hebreos que estaban siendo acusados de desobedecer una orden del rey y condenados al fuego no dudaron ni un momento en Dios, y su fe se ve no solamente en que ellos creían que Dios los libraría, pero que si Dios escogía no hacerlo, como quiera ellos no dejarían de obedecerlo y honrarlo. (Daniel 3:16-18) Sadrac, Mesac y Abednego le respondieron a Nabucodonosor: ¡No hace falta que nos defendamos ante Su Majestad! (17) Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad. (18) Pero aun si nuestro Dios no lo hace así, sepa usted que no honraremos a sus dioses ni adoraremos a su estatua.. En medio del sufrimiento, aflicción solamente encontramos la paz en Jesús, "...para que en mi tengan paz".
En medio del Sufrimiento somos llamados a Confiar en el idioma original la palabra significaba, Tener valor:-ánimo, confianza, confiar.
¿Donde este Dios cuando pasan las tragedias?
En el mismo lugar que estuvo cuando Jesús estaba en la cruz.
El padre estuvo en todo momento con Jesús en la cruz. El lloro con el, sintió su dolor, Jesús no hubiera resistido la cruz si no hubiera sido por la presencia del Padre. Es hasta que Jesús siente que el padre le da la espalda, que no resiste y muere.
Cuando tu estas pasando por la tragedia, Dios esta ahí mismo a tu lado, llorando contigo compadeciéndote de ti. La promesa de Dios es, (Isa 43:2 ) Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. Dios no promete que nunca pasaras por momentos difíciles, pero que en esos momentos difíciles el estará contigo.
¿Si es un Dios de amor porque le pasan tragedias a personas buenas, o inocentes? Porque vivimos en un mundo dominado por el pecado, pero llegara el día que esto temporal será sustituido por lo perfecto.

Aun la misma naturaleza esta sujeta a la corrupción del pecado. (Romanos 8:19-22 ) Toda la creación de Dios está esperando con impaciencia el momento en que Dios muestre al mundo quiénes son sus hijos.
La creación no pudo alcanzar su propósito original, pero no por causa de ella, sino porque Dios así lo dispuso; sin embargo, queda esta esperanza: que la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para disfrutar luego la gloria de los hijos de Dios.
Todos sabemos que hasta hoy toda la creación se queja de dolor y sufre como una mujer con dolores de parto.
Dios ha prometido que llegara a un dia que toda esta corrupción y esclavitud se terminara por completo. (2 Pedro 3:13 ) Pero, según su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia.
(Apocalipsis 21:1) Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar.
(Apocalipsis 21:3-4 ) Oí una potente voz que provenía del trono y decía: "¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios.
Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir."
Dios siempre esta con nosotros no dejemos nunca de confiar en el.

Iglesia de cristo en san cristobal