¿Qué te detiene?

“Por cada dificultad que supuestamente detuvo a una persona de triunfar, hay miles que habían pasado peor y de todas maneras triunfaron” Esta es una realidad incuestionable, ya que, por ejemplo, muchos con dificultades motoras, minusválidos y casi parapléjicos, han logrado alcanzar mucho más de lo que otros, con todos sus miembros y disponibilidades, hemos siquiera intentado lograr.

¿Qué te detiene de lograr ser un triunfador (en lo que sea)? ¿Lo intentaste una vez y alguna nimiedad te detuvo? ¿Siquiera lo has intentado, porque le tienes demasiado miedo a fallar? Algunos le echan la culpa a la economía, al destino, al fulano o mengano que le “bloqueó el paso”, a una enfermedad, e incluso a sí mismos, al decir “¿Yo? Yo no doy para eso”. Hoy cierra el segundo cuatrimestre del año, ¿ya empezaste a hilvanar la excusa que darás en diciembre, porque no lograste lo que te propusiste hacer para este año? Porque, a cuatro meses de terminar este “periodo fiscal personal”, teóricamente, debiste haber alcanzado el 66% de todas tus metas del año. Yo voy un poco retrasado, ¿y tú?

El mundo está compuesto de millones de formas de ser, pensar y actuar, y nadie puede pretender ser igual a otros, aunque muchas veces lo intente; sin embargo, ¿te has puesto a pensar que eso que te detiene, hace más fuerte o es un incentivo a otros? Si lo reconoces así, ¿no crees que sea un tema de actitud mental? Salomón dijo que era una cuestión de diligencia (Proverbios 13:4)

Si otros buscan hacer la voluntad de Dios, y su testimonio así lo confirma, ¿qué te detiene de hacerlo igual?

Romanos 8:35
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?