RETEN LO QUE TIENES

RETEN LO QUE TIENES

"No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, porque las
cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
" 2 Corintios 4:18"

En la catedral de Milan, hay tres hermosas y grandes arcadas, en cada una de ellas hay una leyenda que es un mensaje para todos. La primera dice: todo lo que alegra es solo por un
tiempo. La segunda dice: Todo lo que entristece es solo por
un tiempo. La tercera dice: Solo impor-
ta lo que es eterno.

Pablo tiene una lista sobre las cosas que pasan, el cuerpo que se desgasta, la afliccion que es pasajera, las cosas visibles que son temporales. Pero tambien nos habla de las cosas que no pasan que tienen un valor eterno.
El hombre interior, lo que somos por dentro, la gloria
eterna que en nosotros ha de ser manifestada, la feli-
cidad que gozaremos con Cristo.

Nuestra conviccion debe es tar no en las cosas que pa-
san y son sencillas, sino en las eternas, asi hallaremos 
fortaleza para mantener  una esperanza viva siem--
pre reteniendo lo que Dios nos ha dado. (Apoc. 3:11)

La confiaza en Dios

Salmo 143:8 “Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma”.
Durante los últimos años, los cristianos hemos dado poca importancia a los momentos a solas con Dios. Ese precioso tiempo del que nos habla el salmista en el que Dios nos muestra su gran amor y nos señala el camino que debemos seguir.
Esta Escritura nos muestra que hemos de hacer dos cosas fundamentales:
Primero, poner nuestra confianza en Dios para que el nos haga saber de su gran amor. Cada día debemos de tomar tiempo para estar a solas con el Señor y poner nuestra confianza en Él. Ser cristiano es un asunto de decidir confiar en Dios todos y cada uno de los días de nuestra vida. Al hacerlo, Jesús nos hace saber de su gran amor. ¡Nadie nunca nos amará, como el nos ha amado! “Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos”. Juan 15:13.
Lo segundo que nos dice este pasaje, es que debemos de elevar nuestra alma al Señor para que Él nos muestre el camino que debemos seguir.
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos. Salmo 32:8.
Elevar nuestra alma al Señor suena un poco místico. Lo que David está expresando es el deseo de presentar su corazón al Señor para que Él lo transforme y así hacer Su voluntad. Por lo general nos presentamos a Dios para que nos ayude a caminar por el camino que nosotros queremos andar, por las sendas que llevan a satisfacer nuestro corazón.
Pidamos al Señor cada mañana, que nos señale el camino que debemos seguir, porque a Él hemos elevado nuestro corazón.