Mi Vida se Acabó

”El único lugar donde tu sueño se vuelve imposible es en tu pensamiento.”Robert H. Shuller
Hace poco tuve una conversación con alguien que me dijo: “mi vida se acabó, no le encuentro sentido, soy un fracaso en todo, perdí  la ilusión…” y cada una de sus palabras estaban marcadas por la frustración, y así como esta persona hay muchas que piensan que sus vidas no están yendo a ninguna parte.
Personas que han perdido o están a punto de perder su matrimonio, su familia.
Personas que han perdido su trabajo o negocios.
Personas que han perdido su ministerio.
Para ellos la vida se ha acabado, piensan que no pueden volver a tener una relación, que nadie los va a contratar, que no tendrán oportunidad de servir. Sus pensamientos los hace volverse más temerosos, desconfiados, pesimistas y deprimidos.
Estas personas que han perdido sus sueños, lo que en realidad han perdido es la falta de propósito. Necesitan descubrir su propósito para no pasar el resto de sus vidas cometiendo errores, sintiéndose con sentimientos de fracaso. Ellos necesitan entender que su propósito debe ser mayor a los desafíos que se le  presentan en la vida.
El propósito tiene que ver con la misión especifica en mi vida que exige cumplimiento de mi parte. Nadie más puede hacerlo. Cada uno de nosotros ha sido creado con un propósito.
“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.” Efesios 2:10 (NVI)
Somos hechura suya, somos poesía, somos un regalo, somos su obra maestra, creados para buenas obras, para grandes cosas, para resultados extraordinarios.
Mi responsabilidad es poder identificar mi propósito, y en el curso que desarrollamos “Como alcanzar una Vida Extraordinaria” te mostramos como identificarlo, demás está decir que hay libros que nos hablan de eso y que lo puedes conseguir en tu librería favorita. Sin embargo te hago llegar algunas preguntas claves para identificar tu propósito:
¿Qué estoy buscando? ¿Qué es lo que me apasiona? ¿Para que fui creado? ¿Cuáles son esas buenas obras que debo realizar?
Estas son algunas buenas preguntas, no son todas pero te pueden ayudar a clarificar tu propósito y te llevaran a disfrutar la vida.
Hace unos meses una persona ya avanzada de edad, había perdido su trabajo en el cual llevaba mucho tiempo y pensaba  que eso era todo, que a su edad nadie lo contrataría y un día meditando en su familia, y en la lección que le estaba enseñando a sus hijos, se encontró que había razones para soñar, para no rendirse en la vida, que lo mejor que el podía hacer era  conectarse con su propósito y levantarse de donde estaba para vencer cada una de las dificultades. Comprometido en buscar empleo, sacó su curriculum, generó los espacios de conversación con empleadores, desarrolló relaciones y diseñó planes de acción que lo llevaron nuevamente a ser contratado. Ahora esto no fue fácil, le costó aproximadamente tres meses conseguir el empleo. Sus creencias positivas o su fe acompañada de las obras lo llevaron a conseguir ese trabajo donde hoy lo valoran por sus talentos, capacidades y experiencia, y su futuro parece brillante. Eso  se logra cuando logras conectarte al propósito.
“Tienes que averiguar a donde quieres ir. Y luego debes dirigirte hacia allí. Pero, inmediatamente. No puedes darte el lujo de perder un minuto.”Jerome David Salinger
Cuando eres derribado por un fracaso en una relación o en un negocio, no pienses que la vida termina porque Dios todavía no termina contigo. Dios cada día trabaja en tu vida porque eres obra de sus manos. Descubre el propósito de Dios para ti, comienza a creer que los mejores días están por venir, no importa cuantas veces puedas caer lo importante serán las veces que te levantes. Deja de pensar que la vida se acabo para ti y que no hay nada mas por vivir. Deja de sentir lástima por ti y comienza a vivir como protagonista. No te enfoques en los problemas, enfócate en el propósito de Dios para tu vida.
Cuando pienses que la vida se te acaba, pregúntate: ¿que cosas me pueden inspirar para superar mis problemas?
“Tu propósito debe ser mayor que tus problemas”

El tamaño de las personas

Una persona es enorme, cuando habla de frente y vive de acuerdo con lo que dice, cuando trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe con franqueza.  Pero es pequeña cuando sólo piensa en sí misma, y les hace creer a los otros que piensa en ellos; cuando es poco gentil, cuando no colabora, cuando abandona a alguien en el momento en que más lo necesita.
 Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida, cuando busca alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto contigo, cuando trata de entenderte aunque no piense igual que tú.  Pero es pequeña cuando se deja regir por comportamientos clichés, cuando quiere quedar bien con todos, cuando maneja a la gente como un titiritero.
 Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra no sólo de acuerdo con lo que esperan de ella, sino con lo que espera de sí misma.  Pero es pequeña cuando decepciona, cuando hiere, cuando actúa con orgullo, cuando no es solidaria, cuando miente, cuando no sabe pedir perdón.
 Una persona es grande cuando sabe dar, cuando no tiene miedo de recibir, cuando la caracteriza la alegría, cuando enfrenta la tristeza, cuando domina la ira.  Pero es insignificante cuando desprecia, cuando olvida los favores, cuando sólo busca su brillo, sus intereses, su bienestar. Se empequeñece aún más cuando agrede, cuando falsea su testimonio, cuando mata con maledicencia.
 Una persona es grande cuando extiende su mano, cuando cierra su boca y abre su corazón, y cuando su sensibilidad es tan grande como su tamaño
Marcos 10:42-44
Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos