Integridad

En varias ocasiones y de distintas maneras he escrito, de mi autoría y de otros, sobre la integridad; sin embargo, como no está de más tener otro ángulo de las cosas, te comparto otra versión que encontré del tema en la Enciclopedia de Anécdotas e Ilustraciones, de Samuel Vila.
Un joven bien educado, gestionó la colocación de administrador de una finca, mediante una módica retribución. Al cabo de dos años, la finca duplicó sus productos, siendo muy considerables las ganancias del dueño.  Entonces el joven pidió aumento de sueldo para cubrir con más desahogo sus necesidades.  El propietario negó la petición, alegando que el sueldo era equitativo.
No faltó individuo que aconsejara al joven administrador en esta forma: "¿Para qué pides aumento de sueldo? ¿No eres administrador?  ¿No está en tu poder el capital?"    "Toma el doble, el triple de lo que tienes asignado, con la seguridad de que no serás descubierto, dadas las cuantiosas utilidades de la finca".
El joven contestó con dignidad y entereza: "¡Eso, NUNCA!  Jamás haré tal cosa.  Prefiero buscar otro trabajo, antes de arrojar una mancha sobre mi honradez".
Así lo hizo en efecto, y aquel joven llegó a ser con el tiempo un hombre rico y feliz.
Proverbios 10:9
El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será quebrantado.