Pasión por la excelencia

La pugna por el poder es una fuerza de empuje.  Y la mayoría de nosotros estamos empujando o nos empujan.

Yo podría señalar la diferencia entre pasión por la excelencia y las ansias de poder.  El anhelo de excelencia es un don de Dios que se necesita mucho en la sociedad.  Se caracteriza por el respeto a la calidad y el anhelo de usar los dones de Dios en una forma que le agrade.

Pero hay un abismo de diferencia entre hacer lo mejor por glorificar a Dios y hacer lo que sea por glorificarse a uno mismo.  La búsqueda de la excelencia es una señal de madurez.  La búsqueda de poder es infantil.
Efesios 2:10
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Amor es dar mas de nosotros

Un hombre que acababa de llegar al cielo no aguantaba las ganas de decirle a San Pedro lo feliz que se sentía por estar en ese glorioso lugar. Le pidió a Pedro que le permitiera dar un vistazo al Hades para poder apreciar aun más su buena suerte y Pedro se lo permitió.
En el Hades vio que había una larga mesa que iba más allá de su vista. Estaba cubierta de los más deliciosos y variados alimentos que el hombre viera jamás. Sin embargo, todo el que estaba sentado alrededor de la mesa se moría de hambre.
-¿Por qué no comen? -le preguntó el hombre a Pedro.
-Porque a todos se les exige que tomen el alimento con tenedores de un metro de largo. Son tan largos que nadie logra llevarse el alimento a la boca y por lo tanto se mueren poco a poco de hambre.
Cuando el hombre regresó al cielo, ¡vio una mesa que parecía idéntica! Esta, también, estaba llena de deliciosos alimentos de todo tipo. Sin embargo, la gente alrededor de esta mesa estaba bien alimentada.
-¡Aquí en el cielo deben tener tenedores mucho más cortos! -le dijo el hombre a Pedro.
-No, solo tenedores de un metro de largo - le respondió Pedro.
-Entonces, ¿por qué los que están en el Hades se mueren de hambre y estos en el cielo parecen estar felices y bien alimentados? -preguntó el hombre confundido.
-En el cielo, la gente se da de comer el uno al otro -respondió Pedro.
Amor es dar más y nunca contar los tantos.
1Corintios 13:5
(El amor) no se comporta con rudeza, no es egoísta.

Daremos cuentas, aun de lo que hacemos en secreto

Durante las semanas recientes, el mundo diplomático internacional ha entrado en pánico a consecuencia de las publicaciones realizadas por el portal WikiLeaks, en las que se divulgan secretos políticos y militares que ponen en riesgo las relaciones entre los países envueltos.  Más de 200,000 documentos secretos fueron subidos al sitio, cuyo nombre es una palabra compuesta... Wiki: Que bien podría significar "rápido, veloz", ó ser un acrónimo de la frase en inglés "what I know is" o "lo que yo sé es".  Yleaks: Goteo, filtración.

El fundador de este website, el australiano Julian Assange, amenaza con sacar a la luz pública mucha más información de la que hasta hora ha puesto a circular, en caso de que los gobiernos afectados intenten bloquear el servicio, o en caso de que su integridad se vea en riesgo.

¿Cuántos secretos más podrían filtrarse?... ¿Qué consecuencias nefastas para la seguridad mundial podrían acarrear?... No lo sabemos.  Pero queda demostrado que los secretos, sean éstos gubernamentales o personales, pueden ser muy peligrosos si caen en las manos equivocadas.

Personas hay que sufren profundamente por no poder contar a otros lo que les atormenta.  Relatos de hechos bochornosos que les inundan la vida, y les roban el sueño.  La única manera de librarse de esa penuria es confesarlo todo (Salmos 32:3); antes de que alguien más se entere por otros medios, y de manera inadecuada.  La Palabra de Dios dice: "Y nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse" (Lucas 12:2).  Además, la Biblia nos habla de un día en el cual todos nuestros secretos serán revelados (Romanos 2:16).  Por tanto, confesemos hoy mismo nuestras culpas ante el Padre Celestial.  Él no los divulgará, ni nos hará sentir peor; sino que en cambio nos liberará, nos mostrará su misericordia, y nos perdonará completamente.