DEPENDE DE LA FORMA QUE SE DIGAN LAS COSAS:

DEPENDE DE LA FORMA QUE SE DIGAN LAS COSAS:


Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. 
Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño. 

¡Qué desgracia Mi Señor!, exclamó el Sabio, Cada diente caído representa la muerte de un pariente suyo. 

¡Qué insolencia!, gritó el Sultán enfurecido, ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! 
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos. 

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. 
Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: 

¡Excelente Señor! Gran felicidad te fue reservada. El sueño significa que vivira mas que todos sus parientes. 

Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro. 
Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: 

¡No es posible! La interpretación que hiciste de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro. 

Recuerda bien amigo mío, respondió el segundo Sabio, que todo depende de la forma en el decir..uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.

Ser Lider y no Perder norte.


«Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas»  (Josué 1:9) 
Una de las cosas que aprendemos cuando estamos a cargo de una comunidad, es que estar en una posición de liderazgo no es una tarea fácil. 
Debes estar al tanto de las necesidades del grupo, de buscar el mejor equilibrio para satisfacerlas e incluso resolver el conflicto cuando sean contrarias. Además debes procurar pregonar con el ejemplo para ganar la confianza de todos.  
Josué era el líder que sustituyó a Moisés, luego de su muerte,  para ser responsable de guiar a su pueblo a la tierra prometida. Imagino que grande y compleja responsabilidad haber recibido la disposición de mantenerse valiente y fortalecido, para acometer tan difícil objetivo. Josué era invitado a ser constante en su perseverancia, pero no en soledad, sino estando consciente de que en su tarea, contaría con la presencia del Señor en cualquier instante.  Resulta fácil entrar en pavor y a partir del miedo, desmayar cuando nos encontramos al frente de grandes responsabilidades. Al ser parte de en una tarea que demanda de nosotros una alta vocación de liderazgo, podemos sentirnos abrumados y sin importar si nos encontramos dirigiendo a nuestra comunidad, o solo a un par de nuestros amigos, podemos pensarnos solos y perdidos en esa situación.  
Las escrituras de hoy nos invitan a fortalecernos en el Señor, para encontrar el camino correcto, recordando que a veces el liderazgo que deberemos enfrentar podrá ser guiando, así como Josué, a muchos de nuestros hermanos, o será manteniéndonos firmes ante una persona que respetamos y por la cual tenemos afecto o incluso levantando nuestra voz cuando seamos testigos de grandes injusticias.   En esos momentos, recuerda que en Él Señor esta la fuerza y el coraje. No te encuentras sólo, pues Él siempre estará contigo.