Dios nos lleva a puerto seguro


Dios nos lleva a puerto seguro

Quiero compartir contigo una corta reflexión a cerca del libro de los Hechos, Capitulo 27 versículo 1 hasta 20, en la ocasión donde Pablo era trasladado como prisionero en un Barco a Roma; enfrentando muchas dificultades durante el viaje, debido a los vientos contrarios que les azotaban.

Motivo por el cual el advirtió al llegar a Buenos Puertos, que el viaje sería desastroso tanto para el barco como para ellos si continuaban. Sin embargo, el centurión que comandaba el viaje, tomo la mala decisión de seguir adelante.

De este relato podemos aprender hoy, que existen cuatro factores que influyeron en el centurión para la toma de esta decisión errada: La impaciencia, se había perdido mucho tiempo en el viaje, lo que hizo que él se precipitará a seguir adelante, desobedeciendo la voz de Dios. El consejo de los expertos, él solo oyó al timonel y al dueño del barco, confió en sus conocimientos, colocó su fe en ellos y no en Dios.

También; La Incomodidad, el puerto no era adecuado para invernar, el centurión no podía aceptar quedarse por mucho tiempo en un lugar que no fuera cómodo para él y La decisión de la mayoría, todos excepto Pablo decidieron seguir, lo que hizo pensar al centurión que por ser mayoría tenían la razón.

Puede que estos cuatro factores, estén presentes en alguna decisión que tengamos que tomar hoy. No obstante, si descansamos en Dios y recordamos que su tiempo es perfecto, si solo depositamos nuestra fe en Él, aceptando sus condiciones confiando en que tiene y quiere lo mejor para nosotros y escuchamos su voz, ciertamente guiará nuestras vidas y nos llevara a puerto seguro.

Confiando en el Señor



Confiando en el Señor
“Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.” (Lucas 12:29).
Los obstáculos del camino dificultan el transitar por ellos.  Entre más dificultades existen, más difícil es avanzar.  Sin embargo hay quienes avanzan velozmente a pesar; de los obstáculos y pareciera que no encuentran; ninguna dificultad.  Pero la pregunta es ¿Como avanzas tú por las sendas de la vida?  ¿Te parece muy difícil transitar por el camino que Dios te puso?
Yo pienso que a veces sí resulta difícil; pero el problema se presenta cuando la dificultad te detiene en tu caminar hacia la meta.
La dificultad no debe detenerte, más bien debe alentarte para avanzar más rápido.  Pero tú debes preguntarte ¿Cómo puedo hacerlo?  El capítulo 12 de San Lucas te da la respuesta, aquí Jesús te dice: No te preocupes, tu vida descansa en las manos de Dios.
Debes recordar siempre que tú vales mucho para Dios, él dio a su único hijo para que tú tuvieras paz, para que tuvieras a quien acudir (Juan 6:68) y para darte vida eterna (Juan 5:24).  Dios nos ama y por eso fue que envió a su hijo, por ti y por mí, ¿qué muestra más grande de amor se puede dar?
Dios se preocupa por ti, aunque estés afligido y necesitado, aunque te sientas destruido, aunque pienses que estas solo (Salmos 40:17).
Muchas veces nos llegamos a sentir tan mal que nos olvidamos que hay un Dios al que le preocupamos y que no solamente se preocupa de nosotros sino que también tiene cuidado de nosotros, eso es algo que jamás debemos olvidar en cualquier circunstancia en que nos encontremos, pues no estamos solos Cristo prometió estar todos los días de nuestra vida junto a nosotros, aunque las cosas se vean distintas, o parezca que estamos solos.
Él está a tu lado para que deposites tus ansiedades en él (1 Pedro 5:7; Mateo 11:28), y siempre estará contigo, aunque pierdas lo que más amas, aunque no entiendas lo que ocurre, e incluso; aunque a veces no sepas que hacer.
En muchas etapas de nuestras vidas nos enfrentamos con situaciones que no entendemos, pero de todas esas cosas tiene cuidado Dios, ciertamente hay cosas que son difíciles para nosotros que no sabemos que hacer o cómo actuar, la mente nos falla no podemos pensar bien, todo parece que nos sale mal, pareciera que el mundo se nos viene encima y que vamos a ser derrotados y destruidos con facilidad, pero con Cristo tomándonos de la mano y llevándonos por en medio de cualquier situación, por difícil y adversa que parezca, estaremos seguros en las manos de nuestro Señor, ¡Aleluya!.
Sin importar que necesites, Dios sabe que lo necesitas, y él tiene en su control todas las cosas, y no dejará que nada te dañe (San Lucas 12:30).Pero muchos cristianos caen en; un error, pues dicen: “Dios sabe lo que necesito, así que yo no tengo porque estarle pidiendo, pues él lo sabe todo”; y amen, gloria a Dios, porque él lo sabe todo, pero no es así como debemos hacer, pues en Filipenses 4:6 dice :”…
sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”, O sea ciertamente él conoce nuestras necesidades, pero él quiere oír tu voz , quiere que tú te presentes delante de él para pedirle lo que necesitas.  Él quiere que tú descanses en él, pues él tiene lo que tú necesitas; él sabe como calmar la tempestad, él puede hacer lo que para ti es imposible
 (San Lucas 1:37).
Llénate de él todos los días de tu vida, y recuerda que él suplirá todas tus necesidades (Filipenses 4:19), él te dará los anhelos de tu corazón (Salmos 37:4), en él estarás seguro.
La frase “debes confiar en Dios” se usa con mucha frecuencia, y es muy fácil decirla cuando no estas en dificultades; pero cuando te encuentras en esos grandes problemas no basta con decir una frase, allí es cuando debes vivir tu confianza en Dios; allí es donde te das cuenta que la confianza en Dios no es algo que solamente se expresa, sino que debe vivirse para que sea real y eficaz.

¿Puedo vivir en Santidad?

¿Puedo vivir en Santidad?
 Texto: San Mateo 5:8

“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”
 Si fuese imposible vivir en santidad, Dios no lo hubiera ordenado.
 El señor dice: En levítico 19:2 “Santos seréis, porque santo soy yo Jehová  vuestro Dios.”
 Ser santo significa ser separado para Dios. La santidad la define la propia naturaleza de Dios. Ser separados para Dios nos hace santos.

Las buenas obras no nos hacen santos. Somos hechos santos por medio de la fe en cristo y también por fe somos salvos. Poco a poco, mientras crecemos y vivimos en el señor, nos parecemos mas y mas a el.  2Cor. 3:18

Si ponemos nuestra vista en el señor Jesus pensamos en Jesus, estudiamos su vida, oramos a Jesus y buscamos seguir su ejemplo, nos parecemos más a El. Nos asemejamos a el porque hemos sido apartados para El. Esta es la verdadera santidad.

Si eres cristiano, dentro de diez años tu vida será considerada diferente de lo que es ahora. Nuestros motivos y deseos serán cada día mas elevados, en la medida que nos acercamos a El.

Jesus dice: Bienaventurados los de limpio corazón porque ellos verán a Dios.

Podemos alcanzar cierto grado de pureza en esta vida, pero ella viene de Dios, a medida que crecemos en la fe y nos acercamos cada día a El.

Aunque la perfección no se alcanza completamente en esta vida, debemos buscarla y aspirar a ella en todo momento, porque la madurez cristiana y la santidad forman parte de la vida de los hijos de Dios responsables.

La santidad es también práctica. La madurez en la santidad se observan en aquellos que han dejado de preocuparse por sus propias necesidades.

La santidad engendra la actitud madura que nos impulsa a convertirnos en instrumentos de cristo.  San Mateo 6:10

2Cor. 7:1 “Limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”

1Tes. 4:7 “Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación”

Otras citas: Mateo 6:9; Lucas 11:2; Juan 17:17, 1Corintios 7:14, Hebreos 2:11