Hay Esperanza para ti

Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y ahi en Jerusalén había un estanque llamado Betesda que tenía cinco puertas.  En éstos yacía una multitud de enfermos. Habían ciegos, cojos y paralíticos.  Y estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado allí y supo que ya llevaba mucho tiempo en aquella condición se acerco a él y le dijo: Levántate, toma tu camilla y anda. Y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar. ( Juan 5:1-9)

Amigo, cuando leo esta historia pienso en cuantos de nosotros estamos estancados en las crisis de nuestra vida; heridos por problemas que no podemos resolver y olvidados por aquellos que no saben que más hacer. Tal vez, como el hombre, estamos recostados de una pared o tirados en el suelo de la desesperanza tratando de hallar una respuesta y una solución a nuestro problema.  Cuando las crisis llegan a nuestra vida pensamos que será temporero y que pronto volveremos a la normalidad, pero no siempre es así.

Los problemas nos enferman, nos paralizan y aun nos pueden hasta dejar ciegos.  La frustración nos puede quitar la capacidad de tomar de decisiones y por ello nos sentimos hundir cada vez.  No solo nos hundimos nosotros sino también los que están cerca de nosotros.  La historia nos dice que Jesús vio al hombre y se intereso en él.  Jesús mismo preguntó a otros cual era la condición del paralítico y por eso supo que yacía allí por mucho tiempo.  Jesús fue a su encuentro. El se preocupo por el hombre. Jesús también se preocupa por nosotros. El nos ve y nos busca.  ¡Eso es maravilloso!   Él ve nuestras lágrimas y entiende nuestra desesperación. 


Cada día Jesús nos pregunta – ¿Quieres la solución a tu problema?  ¿Que nos detiene para responder a esta pregunta?. ¿Será temor?, ¿Será autosuficiencia y orgullo?   o ¿Será que no conocemos a Jesús y lo que él puede hacer en nosotros y por nosotros?

- “Levántate!, recoge tu Camilla y anda”- eso fue lo que Jesús le dijo al paralítico.  Levántate tú también.  Recoge tus desafíos, problemas, tristezas y desilusiones y anda al encuentro con Jesús.  Conócelo a través de la Biblia. Habla con Él a través de la oración.  Vive con gozo al saber que él te ama y salva.  Comparte con otros las bendiciones que has recibido de él aun en los momentos más difíciles.  Pero sobre todo, espéralo con ansias pues muy pronto Él vendrá como lo prometió y podrás abrazarle y vivir con Él por la eternidad.

Amigo, la esperanza es Jesús.  El hombre paralítico quedo sano al instante con solo levantarse y dar un paso.  ¿Lo harás tú también?  Tu problema quizás no tenga una solución instantánea pero la presencia de Jesús en tu vida hará que la actitud hacia tu problema sea diferente.   Caminarás en Esperanza porque Jesús caminara contigo.  Juntos travesaran el problema tomados de la mano y eso traerá paz a tu vida. 

Te invito a que llame a Jesús atravez siguiente oración: Señor Jesús, hoy quiero levantarme e ir a tu encuentro.  Solo Tú eres mi esperanza; solo Tú puedes sostenerme. Hoy quiero acercarme a Ti y entregarte todos mis problemas   teniendo la certeza de que caminaras conmigo.


Te invitamos a buscar de Jesus y de sus amor escribenos etaremos orando por ti 

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