Ponerse de Acuerdo

 En los negocios o en la vida personal, la expresión “ponerse de acuerdo con” es crítica al momento de hacer cualquier operación, emprender cualquier proyecto, o iniciar cualquier compromiso conjunto entre dos o más individuos. Es por eso que existen reglas como: mayoría simple o dos terceras partes (en sesiones de trabajo), testigos oculares o firmantes (para contratos entre dos personas, como el de matrimonio), o la famosa frase “pongo a Dios de testigo”, esto último muchas veces cuando la persona no quiere, por cualquier razón, firmar algún papel que lo comprometa.

La expresión me llegó a la mente después de leer el pasaje de Isaías 55:8 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová”.  Si lees los versos anteriores y posteriores a este, lo que explaya Isaías es el simple hecho o realidad de que nosotros, muchas veces con conocimiento de causa, vamos en vía contraria en el camino que Dios quiere para nosotros, aún después que Él en muchas ocasiones haya intentado ponerse de acuerdo con nosotros, con testigos y contratos incluidos, y nosotros siempre violando los acuerdos establecidos claramente.

Debemos dar gracias todos los días de que “sus pensamientos no sean los nuestros”, porque si nosotros nos cansamos de las “impertinencias e inconstancias” de nuestros prójimos, ¿te imaginas qué sería de nosotros si Dios se cansara de ser misericordioso con nuestras faltas?  ¿Te imaginas si dijera con cada uno “la tercera es la vencida”?  Pero demasiado grande es su bondad, y la justificación de esta misericordia está aquí: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9)


Isaías 55:6
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.

No hay comentarios: